Después de un par de semanas en las que no he hecho nada, estudios y entrenes, pero que a la vez no he parado, gracias a las visitas que se han dejado caer por Valencia, como he disfrutado, me merecía unas vacaciones...
Salimos el sábado a mediodía, en busca del compañero de Zohiartze, y que grande cuando llegamos sobre las 10 de la noche. El tío ya lo tenia todo preparado, la cena, la calefacción, y su caserío abierto.
Esa noche salimos a dar una vuelta y nos llevo a ver las playas, a las que solo puedes acceder por unos caminos bien empinados, porque están en la parte baja de los impresionantes acantilados que cubren el litoral de Bizcaia.
Al día siguiente sorpresa. Estábamos apuntados a una carrera popular en Bilbao, en cualquier parte una carrera popular es ir un ratito correr un par de km a lo sumo 5 y ya esta, pero no es así en Bilbao, la carrera de 10km (había de 2 y 6 km, pero el campeón nos había apuntado a la de 10) en un parque urbano que se encontraba en la ladera de una de las múltiples montañas (si montañas, aunque ellos les puedan llamar colinas, eso son montañas) que rodean Bilbao. Se convirtió en un cross-urbano de 10 km con múltiples cuestas y un incomodo viento de cara en la mayoría de subidas.
De la carrera, nos fuimos a la zona vieja de pintxos y txacolis, cervezas y mosto y luego al Guggenheim y a preparanos para el partido.
Jugaban el Athletic contra el Valencia, y la gente se estaba preparando desde las 3 de la tarde, vaya ambientazo sano que monta esta afición, desde luego ver un partido en la Catedral debe ser un gustazo.
Luego del partido estuvimos un poco de "fiesta" y ya nos volvimos con el taxistaschumaher (loco) hasta Algorta.
Al día siguiente yo quería bañarme en el Cantábrico, pero me acojone, si, al ver como rompían aquellas olas porque aun que trabajo en un playa con fuerte oleaje durante casi todas las tardes... eso... joder como rompían, y encima toda de rocas, que sin conocerla te coge una ola y te tira contra las rocas... nada, nada, que otra vez sera el baño en el Cantábrico.
Así que nos dedicamos a jugar al golf y luego a ver el Santuario de San Juan de Gaztelugatxe, la pena es que se nos hizo de noche enseguida y no pudimos llegar hasta arriba.
Y el martes para acabar, paseo por el puerto viejo de Algorta, última comida y vuelta a casa.
Vaya puente más bueno!!!
Que grande que es Zori y como nos ha cuidado.
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