sábado, 11 de septiembre de 2010

Lo que mal empieza mal acaba

La semana pasada hice un viaje relámpago a València. Me fui el sábado desde Lisboa a Madrid donde pase la noche y de allí el domingo a València.
El viernes llegué a las 2:30 de la madrugada del trabajo de campo en la zona del “Parque Natural de Douro Internacional”, esta vez teníamos que prospectar la zona Sur del parque. Fue una semana rara, ya que nos cogieron las tormentas y nuestro trabajo se vio reducido a 2 días para hacer el trabajo de 4.
El sábado a las 5 de la madrugada me levantaba porque me había comprometido a ir al conteo de aves marinas, programa RAM. Para hacer algo que me gusta no tengo problema en dormir poco.
Por todo esto, cuando llegue a casa, y estaba preparándome la comida, al consultar los horarios en los billetes y prepararlos para imprimir, me quede dormido, teniendo suerte y levantándome a las 16h, el avión cerraba puertas a las 18. Me prepare rápidamente la maleta, fui a imprimir los billetes, eran las 17, entonces tuve una brillante idea,
- ¿Cuanto tiempo cuesta ir en autobús hasta el aeropuerto?- pregunté en la oficina de turismo
- 45 minutos - me respondieron
Por lo que no veía factible esta opción, “si hubiera mucha gente en los arcos de seguridad no llego”, pensé. Razón por la que cogí un taxi. Fui entablando una conversación con el taxista a raíz de verle que tenía un llavero de caja Madrid, cuando eran las 17:30, y solo nos faltaba un km, el coche se para. No conseguía que entraran las marchas, era automático, con lo que el taxista me dijo, tendrás que ir corriendo. Yo pensaba, solo es un km y solo llevo la mochila, pero el ordenador este debe de tener una batería hecha con Wolframio o algún otro metal pesado, pero muy pesado, porque entre las chanclas y la mochila mi velocidad era semejante a la de un caracol. Para mi fortuna el taxista consiguió que le arrancara el coche y me acerco hasta la terminal. Me quedaban 10 minutos.
Me dirigí rápidamente hacia los arcos de seguridad…
Nota: Si ya he cogido muchos aviones y me se todas las indicaciones, todo lo que hay que hacer cuando llegas al aeropuerto, pero lo más importante se leer
… y allí estaba la gente esperando, metían la mochila en los rayos, a la pregunta del guardia
- ¿Lleva algo en los bolsillos?
- Si, si
A la pues vuelta a dejar todo lo que lleves en los bolsillos en una bandeja, estaba escrito tropecientas veces en la fila que había que hacer para llegar al momento mágico. Pero lo mejor es que al que iba detrás, le pasaba lo mismo!!!!
Yo pase, con todas las cosas en la bandeja, pero un guardia, me dijo espere un momento, habían detectado que llevaba unas tijeras en un estuche con material escolar que llevaba, cuando las vi le dije:
- Tíralas, no las quiero!!
Pero por lo visto, las de punta redonda están permitidas, eso de que no pueden herir a nadie quiero verlo yo, tiene que ser como en la escena de Torrente 3, cuando Torrente le dice:
- ¿Pero que vas a hacer si es un cuchillo de plástico?
El secuestrador se lo clava al rehén y Torrente suelta:
- Ostia!! Pues sí que corta!!!
Algún día oiremos una historia parecida con unas tijeras de punta redonda.
Bueno pues corriendo por la terminal, pasaba un minuto de la hora del cierre de puertas cuando llego a la puerta de embarque y… sorpresa el avión iba con retraso. Lo había pensado, Easyjet, suele ir con retraso, pero tú date prisa y llega a hora que si no vas a ser la primera persona que pierde un avión de Easyjet. Al final todo bien y en el vuelo de Madrid a València, nada reseñable, todo lo contrario que la vuelta.
Mi avión de Ryanair, salía a las 21:05 del miércoles 8 de Setiembre. Cierre de puertas de embarque a las 20:35.
Yo llego y estaban embarcando los del vuelo anterior, que raro en Ryanair, no habrán podido poner su musiquita de: Hey!! Congratulations, you’re in another flight of Ryanair who arrives on time to his destination. Last year, more than 90% of flights arrived on time!! Mientras suenan las trompetillas.
Sale en las pantallas que nuestro vuelo se retrasará, la salida será a las 22:05, pues bueno, esperaremos! De repente no son ni las 21:30, hora de embarcar y nos dicen que embarquemos que vamos a salir, montamos en el avión rápidamente, las azafatas se apresuran porque todos estemos en nuestros sitios, empiezan a dar las instrucciones de seguridad y de repente una señora sufre una crisis respiratoria, hay que abrir el avión porque la señora se ahogaba y necesitaba aire. Se para todo el protocolo de despegue. El piloto nos dice que debemos esperar porque hemos perdido el tiempo con permiso para aterrizar en Madrid, saldremos a las 23.
Cuando faltaban 10 minutos para las 23, el piloto nos dice que tiene que apagar las luces y todo el sistema, pero que estemos tranquilos que es unos segundos. A los 5 minutos del encendido, vuelve a hablar el piloto:
- Señoras y señores, les pido disculpas pero por lo visto tenemos algún tipo de problema, y un ingeniero tiene que revisar el avión, será un momento. Se encuentra en el aeropuerto de Valencia
Empiezan a revisar el avión, y al poco tiempo el piloto vuelve a hablar:
- Vamos a tener que abandonar el avión, porque el problema es más grave de lo que pensábamos. Tenemos dos opciones, o viene un avión de Madrid a recogernos o un ingeniero de Alicante, el que venga antes será la solución que tomemos.
El ingeniero de Alicante debe ser la ostia, si va a llegar va a ver el avión y lo va a arreglar en nada. Si lo consigue prometo fundar una iglesia en su nombre. Pero al final la compañía decide que lo más factible es el avión de Madrid, así que me quedo sin conocer al ingeniero de Alicante. Nos dicen que saldremos a la 1, pero por algún motivo embarcamos a las 2:15 de la mañana. Cuando estamos todos arriba pasan las azafatas nos cuentan y… faltaban 5 pasajeros, hay que esperarlos!!!
Empieza el dispositivo búsqueda por el aeropuerto de los desaparecidos, el aeropuerto de Valencia hacia un par de horas que había cerrado, por lo que si estaban en el aeropuerto tenían que estar dentro. No aparecen y a las 3:15 salimos por fin dirección a Madrid. Llego a las 4 y como a las 6:30 cogía el avión a Lisboa, pues ya me quede a “dormir” en el aeropuerto, tirado en un banco, incomodísimo, con apoyabrazos cada 2 asientos, yo no cavia, así que haciendo malabarismos conseguí colocarme para dormir, pero no pude porque tuve un foco encendido apuntándome a la cara, cambie de sitio pero el único sitio que encontré con menos luz era justo al lado de la zona de fumadores, donde lo que no me dejo dormir fue el olor.
Al final no dormí, fui a la cafetería me tome un café y aguante la 1 que me faltaba, para dormir en el avión, una horita de vuelo, una horita de sueño.
Y así fue mi viaje relámpago. Menos mal que los días entre medio fueron mejores.

1 comentario:

Raul dijo...

Mareeee, esto de los aviones es lo q tiene... ¿te imaginas q llevas la bici? ¿habria pasado algo mas? Un abrazo